martes, 12 de enero de 2010

la distancia JUSTA

Era invierno y los puercoespines, aislados cada uno en su rincón, tenían frío. Transcurrieron unos días, hasta que se les ocurrió que una buena forma de calentarse, sería apretarse unos contra otros. Al acercarse, sintieron un agudo dolor, por las heridas que se producían unos a otros con sus púas, y volvieron a alejarse.

Al poco tiempo, el frío se tornó insoportable, y volvieron a buscar el calor de los cuerpos amigos. Los pinchazos, les recordaron, que, tratándose de puercoespines, el exceso de cercanía era peligroso. Decididos, sin embargo, a no dejarse vencer en su lucha contra el frío, se alejaron y se acercaron varias veces, hasta que alcanzaron una distancia óptima, que les permitió estar calentitos, pero sin lastimarse.



si, me gustan más los amaneceres cuando el horizonte lo define tu cuerpo
porque te huelo y se me hiela la garganta
porque te palpo y me siento como si mil medusas me acariciaran
y noto el calor del hueso, diciéndome que hoy mi barbilla de ahí no pasa
(aunque a mi barbilla le gusta más la ternura de los músculos)

y desde aqui, al igual que tú,
contigo aunque sin tí,
he descubierto la única manera de amarte sin verte:

mirándote de tan cerca que se me tuerzan los ojos



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y espero que empecéis con buen pie los exámenes, que yo no sé ni qué voy a hacer...

2 comentarios:

  1. jo..me identifico tanto con tus estados de animo...precioso, como siempre

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  2. joooooooooo, que chulo!!!*.*


    Aprobar joselu, aprobar!!

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