Unas gotas de lluvia duermen en las tejas,
Y otras vuelan en cascada
Hasta romperse en el asfalto.
En el Café las ventanas cierran por dentro,
En sus esquinas se cuela una gota de agua;
Las puertas, de madera roída de carcoma,
Silban su melodía de viento.
A la derecha, en una esquina,
Un anciano escucha la radio junto al fuego,
Incómodo con el vibrante zumbido
De nuestro joven avispero.
Jugamos a las cartas de siempre,
Siempre gritando para oírnos por encima,
Empujando las voces de los demás;
Algunos susurran al oído palabras tranquilas.
Yo no juego, tampoco hablo;
Con la cabeza dormida sobre un brazo
Escucho la radio, el fuego, el viento y el agua,
El redoble de tus dedos sobre la mesa."
y también homenajeo a la Mala Rodríguez, que aunque aún (porque sinceramente, no me he dignado a escuchar más de una canción suya) no me declare fan suyo, el miércoles pasado en una entrevista que le hizo el gran Toni Garrido en Asuntos Propios, regaló estas palabras que, al menos, a mí, en su belleza y sencillez me llamaron mucho la atención:
me gusta este último escupitajo tuyo^^
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